Un martillazo en la cabeza fue lo que recibió como pago una trabajadora sexual, quien después de hacer el amor con un cliente estuvo en peligro de muerte.
La agresión física que recibió “Estefanía”, una joven damisela oriunda de Machala, preocupó a sus compañeras que trabajan en la calle.
Esta no es la primera vez que las chicas sufren violentas agresiones e incluso varias han sido asesinadas por sujetos desconocidos.
Italia Vaca, presidenta de la Asociación Pro Defensa de la Mujer, manifestó que la vida de las trabajadoras sexuales está en peligro porque, al parecer, existe odio en contra de las muchachas.
El ataque a “Estefanía”, ocurrido en la habitación de un hotel de las calles Espejo y Montúfar, en el centro de Quito, provocó que las demás prostitutas defendieran a la víctima y evitaran que sea asesinada.
Por no pagar el sexo oral
La muchacha, de 23 años, que vestía una minifalda, pese al intenso frío que se siente en la capital, esperaba parada en una acera que llegue un hombre con deseos de mantener relaciones íntimas para brindarle calor humano.
A las 16:00 aproximadamente, apareció un muchacho de unos 18 años que portaba una mochila, quien se acercó a la joven y solicitó sus servicios. Luego de llegar a un acuerdo económico, la pareja ingresó a la habitación del hotel donde se entregaron al placer desenfrenado pactado en siete dólares.
El chico quería más y solicitó a la prostituta que le practique sexo oral, a lo que ella respondió que lo haría solo si le pagaba tres dólares más. El valor fue aceptado por el cliente, pero luego del acto se negó a cancelar el valor extra.
Ante tanta insistencia de la joven, el sujeto abrió la mochila, pero no para sacar el dinero, sino un pequeño martillo con el que agredió en la frente a la trabajadora sexual, quien reaccionó y pidió auxilio, pese a que el tipo le tapó la boca.
Compañeras llegan al auxilio
Los desesperados gritos de “Estefanía” fueron escuchados por sus compañeras que estaban en otras habitaciones. Ellas dejaron de hacer su “trabajito” con sus clientes y salieron para defender a su amiga, quien tenía una herida en la frente producto del golpe recibido.
Varias trabajadoras sexuales agredieron al individuo, quien después fue entregado a la Policía y trasladado a la comisaría de turno, mientras que “Estefanía”, quien había llegado a la capital hace solo tres días, no se reponía del susto.
La autoridad competente dispuso que “Estefanía” descanse varios días, por lo que decidió viajar a Machala para intentar olvidar el suceso.
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